por: Blanca Ríos Osuna.
Ingeniero en Electrónica.
Mamá de Primaria Alerce.
Cuántas veces nos hemos encontrado con que
nuestros hijos nos dicen…¨no me gustan las matemáticas¨, ¨las matemáticas son
aburridas¨, ¨son muy difíciles las matemáticas¨
¿en
qué las vamos a usar?
La operación con números puede llegar a ser una
experiencia divertida y entretenida para nuestros hijos, esto lo podemos lograr
dándole un enfoque diferente al tradicional, con esto me refiero a que las
matemáticas se encuentran aplicadas en juegos tales como: turista, carreras,
juegos deportivos como basquetbol, futbol, etc., recetas de cocina, tangram,
sudoku, juegos de magia, en fin son tantas las aplicaciones divertidas que
podemos dar a esta materia adaptándola al gusto de nuestros pequeños, que ellos
mismos querrán compartir con sus amigos sus formas fáciles de aprendizaje.
El método de aprendizaje ha evolucionado mucho
para beneficio de los estudiantes, es decir, antes, las operaciones había que
hacerlas pero nadie te decía que aplicación tenían, cuál era el beneficio tuyo
como estudiante el saber comprenderlas, sin embargo, si para la solución de
problemas de sumas y restas le añadimos el toque divertido como por ejemplo
montar una tiendita de juguetes o simplemente dibujarla poniendo precios a
artículos de interés de nuestros hijos y decirle “tú tienes cierta cantidad de
dinero” ¿para qué te alcanza? ¿Te sobra?, si es así, ¿qué más puedes comprar? En
fin preguntas que entretengan a nuestros hijos y los hagan comprender el
beneficio de aprender estas operaciones que usarán el resto de su vida en un
sin fin de aplicaciones cotidianas.
Para solución de problemas de fracciones
podemos guiarlos para que hagan una receta de cocina, en la cual aprenderán a
usar cantidades y también a fraccionar para compartir como por ejemplo: un
pastel pequeño, ahí pudiéramos plantearles un problema de fracciones para que
ellos lo resuelvan haciéndolo con su pastel, si no tenemos tiempo para hacer
esta receta de cocina, vamos usando la imaginación con dibujos o frutas, de
esta manera nuestros hijos verán una aplicación en los problemas resueltos y
les será más sencillo comprenderlos, la cuestión es, diseñarles un método
sencillo de aprendizaje para todo tipo de capacidades llámese visual, auditiva
o kinestésica, o bien al que más se adecue a nuestros hijos.
Otra herramienta de la que podemos hacer uso es
la tecnología, hay muchas páginas de internet que ayudan a nuestros hijos a
aprender jugando, es cuestión de buscar la que más nos convenza y cumpla con
las necesidades de cada niño.
Es muy importante que los niños nos vean con
interés al enseñarles matemáticas, que lo vean como un juego y no como una
materia que tampoco le gusta a mamá y papá, porque cuantas veces decimos frente
a los niños: “No, las matemáticas no me han gustado nunca y no me entran” ¿Qué mensaje le damos a nuestros hijos? Si
hacemos esto, ellos pensarán “en efecto,
las matemáticas son tan difíciles que si mis papás no le entienden pues yo
tampoco…” de esto se trata, ellos nos ven como ejemplos a seguir, llevémoslos
por el camino correcto para que no se les dificulte esta materia tan útil en su
vida y que además mantiene activo su cerebro, lo cual ayuda a que su tiempo de
respuesta para la solución de problemas sea más corto.
Espero les sea de utilidad este artículo y les
dejo un truco en el cual utilizamos las matemáticas aplicadas de forma
divertida para que lo compartan con sus hijos.
TRUCO PARA ADIVINAR UN NÚMERO
Pide a
tu hijo que escriba, sin mostrarlo, un número de dos dígitos (por ejemplo 58).
A
continuación, indícale que agregue un cero a la derecha del número que escribió
(580) y que reste a esa cifra cualquier número de la tabla del 9 (9, 18, 27,
36,… 81) por ejemplo 27.
Le
pedimos que nos diga el resultado, en el ejemplo es 553.
Si a los
dos dígitos de la izquierda (55), le sumamos el de la derecha (3),nos dará como
resultado el número secreto (58).
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